Me alegra que tengas curiosidad por mirar, aunque todavía no hay texto real, solo yo, el llamado texto de relleno. Actualmente, 130 millones de receptores en tu retina me detectan. Esto excita las células, lo que se propaga a través del nervio óptico hasta la parte posterior del cerebro. Desde allí, la excitación se transmite en una fracción de segundo a otras áreas del cerebro.
Tu lóbulo frontal se estimula. Impulsos voluntarios emanan de él, que tu sistema nervioso central traduce en acciones concretas. Tu cabeza y tus ojos ya reaccionan. Me sigues, el texto escrito, absorbiendo la información que contiene como una esponja.
No puedo imaginar qué pasaría contigo si me sustituyeran por un texto real.